jueves, 27 de mayo de 2010

Zeus

Tuvo una infancia dura. A su padre el titán Cronos le habían dicho que un hijo suyo le iba a derrocar. Así que ni corto ni perezoso, como no sabia que hijo iba a ser, se fue zampando a todos sus hijos según nacían. Cuando estaba a punto de nacer Zeus, a su madre Rea le entro pena y con ayuda de Gea (la diosa madre) se le ocurrió engañarle a Cronos y darle una piedra en lugar del Zeus recién nacido. En fin que Cronos, que tampoco es que fuera muy listo al igual que los demás titanes, se tragó la piedra pensando que era su hijo y se quedo tan tranquilo. Su madre escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta donde fue criado por una cabra y unas ninfas. En fin lo que se dice una infancia difícil.

Cuando ya se hizo mayor estaba, como diría yo, enfadado con su padre (Recordemos que se lo quiso zampar). Se las apaño para que Cronos vomitara a la piedra que se había tragado pensando que era él vomitando también a sus hermanos. Bueno. No está claro si le hizo vomitar o le abrió el estómago con sus propias manos, lo que sí pasó es que liberó a sus hermanos (y a la piedra también). No se quedó contento con esto y pensó en derrocar a su padre. Pero sólo con sus hermanos no se veía capaz, así que se fue a al Tártaro (la zona mas chunga del inframundo) y liberó a los cíclopes junto con los Hecatónquiros. Estos últimos, unos gigantes de cien brazos y cincuenta cabezas (unos angelitos) estaban también de muy mal rollo con Cronos. Este los había rescatado del Tártaro (donde les había mandado su padre Urano) para que le ayudaran a derrocar y castrar a Urano. Después, viendo que eran unos tipos peligrosos (recordemos que eran gigantes de cien brazos), les mandó de nuevo a Tártaro. En fin que los había había usado como pañuelos de papel. Es por esto que en cuando Zeus les contó sus intenciones se lanzaron a sus brazos, regalándole incluso a Zeus el famoso poder del rayo.

La batalla de los titanes contra Zeus, sus hermanos los olímpicos, los cíclopes y los Hecatónquiros debió ser muy grande. Imaginaros unos gigantes de cien brazos lanzando piedras de cien en cien contra los titanes arrancadas de las montañas. Los titanes parecían vencidos. Pero Cronos, que era muy perro, se sacó un as de la manga. El moustruo Tifón. Un bicho enorme alado con centenares de serpientes en sus muslos y que lanzaba llamas por la boca que estuvo a punto de hacer girar la balanza a favor de los titanes. Pero al final Zeus con ayuda de su rayo venció a Tifón (sepultándolo bajo una montaña), a Cronos y a los titanes convirtiéndose en el nuevo Dios supremo mandando sobre los Dioses y los hombres desde la cima del monte Olimpo. Él y sus hermanos mayores (Poseidon y Hades) se repartieron a suertes el mundo. Para Zeus el cielo, para Poseidón los mares y para Hades el inframundo. La tierra quedó bajo el dominio de los tres. En fin que se repartieron el pastel. Por cierto a los Hecatónquiros los mandó de nuevo al Tártaro para que fueran los carceleros de los Titanes (menos a Atlas que lo mandó sujetar eternamente la cúpula del cielo).

Una vez que Zeus ya cortaba el bacalao en el universo se dedicó a vivir la vida. Su principal debilidad es que le gustaban mucho las mujeres. Hacía de todo para conquistarlas. Se disfrazaba, las engañaba, las raptaba (hoy en dia a esto se llama violación), en fin un angelito. No se le resistía ni una. Diosas, mortales, nifas, le daba igual. Incluso tuvo una historia con un tio. El héroe Ganimedes. Además de conquistador Zeus era increíblemente fertil ya que tuvo descendencia con todas sus amantes (menos con Ganimedes). Tuvo muchas parejas 'estables' por llamarlo de alguna manera pero la mas sonada fue Hera, esposa y hermana a la vez (ya he dicho que le daba a todo). Hera era muy celosa. Para no serlo con el angelito de su esposo. Zeus se olía algo y puso a la ninfa Eco todo el día junto con a su esposa hablándole sin parar para que no se enterara de sus aventuras extramatrimoniales. Pero Hera lo descubrió todo. Se mosqueo de tal forma que confabuló con algunos de sus hermanos (Apolo, Atenea, Poseidón) para destronarle. Pero apareció el Hecatónquiro Briareo y ayudó a Zeus. Este mosqueado con su esposa la castigo colgándola del cielo con argollas de oro en los brazos y un yunque en cada pie, aunque al final le dio pena y la perdonó.

En fin que la vida Zeus es de lo mas interesante. Tuvo una infancia dura, eso sí, pero su vida fue de lo más intensa.

lunes, 24 de mayo de 2010

Vegetaciones, magia y señores con barba

No recuerdo muchas cosas cuando era muy pequeño pero esto lo tengo muy marcado. No se cuantos años tendría. Unos cinco o seis. Me operaron de vegetaciones. Unas carnes falsas que que salen entre la garganta y la nariz. La operación no tiene ningún misterio. Hoy en día la operación no tiene nada que ver con lo que era antes, pero lo que me hicieron a mi no tiene nombre. Fui al hospital medio engañado. Como van todos los críos cuando sus padres les llevan al médico. Estaba en la sala de espera. Ya se que era muy pequeño pero lo recuerdo perfectamente. Me llegó el turno. Me hicieron pasar a una sala con una sabana que yo llevaba en la mano. Esto de llevar la sabana en la mano me pareció raro pero bueno ahí estaba yo con mi sabana pasando a una sala donde había varias personas. Una de ellas, un señor con barba y mascarilla (me resulto raro también) estaba sentado en una silla y me dijo que le diera la sábana. El hombre de la barba y la mascarilla se puso la sábana encima y me dijo que me sentara sobre sus rodillas. La cosa se ponía muy pero que muy rara. Me senté encima de el señor. Lo que pasó después pasó muy rápido, pero lo tengo marcado en mis retinas. El señor con barba me agarro con fuerza los brazos y otro señor me metió una especie de pinzas por la boca y en un abrir y cerrar de ojos me corto algo dentro de la boca. Me pusieron una bandeja metálica delante y salieron dos pedacitios de carne roja procedentes de mi garganta. La verdad es que no recuerdo si eran uno o dos pedacitos. Creo que eran dos pero lo que si recuerdo es la sangre en la bandeja. Entonces entendí lo de la sabana y en señor sentado en la silla. Para no ponerlo todo perdido. Todo pasó muy deprisa. Salí de la sala y alli estaban mis padres.
Creo que la idea de la operación era irme a a casa el mismo día, pero creo que algo salio mal y pillé alguna infección que me hizo quedarme un par de días en el hospital comiendo helados. Bueno en realidad era como si comiera helados de cristales porque la garganta molestaba bastante. Me regalaron un juego de magia. Magia Borras para los nostálgicos. Tengo gratos recuerdos de aquel juego de magia, no así del señor con barba.