martes, 11 de agosto de 2015

Picasso

Nació Malaga en el 81 pero su padre que, era profe de dibujo (un pintor frustrado), le salió un trabajo en La Coruña en el año 91 y es allí donde pasó su infancia.

Años mas tarde, en el 95, a su padre le dieron una cátedra en la escuela de Bellas Artes de Barcelona y la familia se mudó de nuevo. Barcelona era por aquella época la ciudad mas vanguardista de España, en lo que al arte se refiere. Allí Pablo, paso su adolescencia y empezó a moverse en círculos bohemios. Despuntaba como pintor, pero nada mas. No lo conocía nadie vamos.

Luego se fue a Paris. La capital mundial del arte en aquellos años. Era mas pobre que una rata. Malvivía en casas de amigos y no vendía nada de nada (pero se codeaba con la creme de la creme). Es aquí donde empieza su periodo azul. Pintaba muchos payasos, trapecistas y demás. Mas que nada porque vivía junto a un circo (y no tenía dinero para ir mucho mas lejos). Andaba entre Paris y Barcelona (cuando se quedaba sin pasta). Aqui comienza la época rosa. Mas de lo mismo que la época azul, pero más optimista (tenía novia estable).

Aquí fue cuando pegó el pelotazo. Una rica anciana estadounidense que estaba en Paris para conocer pintores y comprar cuadros, se encaprichó de la obra de Picasso. Le compró varios cuadros, pagando una pasta. Picasso pasó de ser un pintor pobre (que le mantenía su novia) a un pintor acomodado.

Ya con pasta empezó a experimentar en el cubismo y pinto el cuadró de unas prostitutas en un burdel (cosas de bohemios) titulado "las señoritas de de Avignon", que es considerado en como el comienzo de cubismo. Con esto creó escuela y a pesar que para la crítica de la época el cubismo era un bodrio, entre círculos de pintores Picasso se hizo muy famoso. Lo dejó con la novia y se lió con una admiradora (cosa que se sucedió en los años siguientes). Aquí Pablo era ya rico y famoso.

La relación de Picasso con las mujeres fue, digamos ajetreada. Tuvo unas cuantas relaciones. Con una una de ellas, se casó. Una rusa bailarina de ballet. La cosa empezó bien, pero luego tuvieron muchos problemas. Nunca se divorciaron a pesar de las múltiples infidelidades, pero ella nunca le concedió el divorcio (hasta que murió).

Picasso, a pesar que no tenía una vocación política, se había movido por ambientes anarquistas y de izquierdas. Cuando estallaron los fascismos en Europa, Pablo se posicionó al lado de la república y accedió a ser director del museo del Prado. A la república le interesaba tener de su lado a un pintor famoso. Era un cargo testimonial y de propaganda, ya que el pintor no pisó España. También pinto gratis el cuadro que iba a presidir el pabellón Español en la exposición universal en Paris (el Gernika).

Cuando los nazis llegaron a Paris Picasso se refugió en el sur de Francia. Con Franco, Picasso dijo que no pisaría España mientras que el dictador estuviera vivo, cosa que cumplió. Murió unos años antes que Franco y nunca regresó, aunque eso si, mantuvo la nacionalidad Española hasta la muerte, junto con su afiliación al partido comunista.

El Empecinado

Según la RAE "Empecinado" es un adjetivo que significa "Obstinado, terco, pertinaz.". A esto le da nombre Juan Martín Díez, un militar español que murió en 1825.

Empecinado viene de Pecina, que es esa sustancia verde que hay en las aguas encharcadas y que da bastante asquete. Juan Martín Dies era natural de Castrillo de Duero (Valladolid), un pueblo que tenía una arroyo lleno de pecina y a sus habitantes se le llamaba empecinados (Un mote un poco despectivo en la época)

Este militar tuvo una vida tumultuosa. De familia rural se convirtió en un héroe en la guerra de la independencia española (la guerra contra los franceses, vamos), pero a pesar de todos su logros pasó de de la gloria a morir ahorcado como un delincuente común por unos asuntos de conspiraciones políticas. Bueno exactamente no murió ahorcado, ya que consiguió escapar en ultimo momento y lo mataron en el tumulto antes de llegar a una iglesia (cosa que le hubiera salvado). Luego, tras muerto, lo colgaron en la horca, eso sí.

En sus tiempos de gloria tenía fama de obstinado y terco y dio nombre a esa nueva acepción del diccionario. Por cierto, lo pintó Goya.